14/03/2024. 6×6 Tales. El elfo cartógrafo.

Condiciones iniciales.

Al sur de La Isla, oculto entre brumas eternas, pastos y bosques ancestrales, se alza un castillo tan antiguo como los secretos que guarda. En este santuario de piedra y magia, vive Elvenian, una elfa de edad mediana con cabellos rubios como los rayos del sol en el ocaso y ojos violetas que reflejan la profundidad del cielo al anochecer. A pesar de haber nacido y crecido en el castillo, Elvenian nunca ha cruzado sus muros para explorar la isla que se extiende más allá, una tierra de maravillas y peligros que solo conoce a través de los relatos y los mapas incompletos que resguardan las bibliotecas del castillo.

Criada por sus padres, bibliotecarios del castillo, Elvenian ha tenido acceso a un vasto conocimiento almacenado en pergaminos antiguos y libros llenos de polvo. Entre ellos, los mapas de la isla siempre han capturado su imaginación, mostrándole un mundo lleno de lagunas y misterios sin resolver. Estos mapas, aunque detallados, están llenos de espacios en blanco que marcan los rincones inexplorados de La Isla, susurrando promesas de aventuras y descubrimientos.

Movida por una curiosidad insaciable y el deseo de completar lo que generaciones de cartógrafos no pudieron, Elvenian toma una decisión que cambiará su vida para siempre. Decide que cartografiará la isla entera, llenando las lagunas de los mapas con sus propios descubrimientos y vivencias. Sin embargo, consciente de los costos que supondrá una expedición de tal magnitud, también se propone emprender misiones que le permitan financiar su viaje y enfrentarse a los desafíos que La Isla tiene preparados para ella.

Así comienza la historia de Elvenian, la elfa que se atrevió a soñar más allá de los muros del castillo que la vio crecer. Armada con su astucia, su valentía y el deseo de descubrir los secretos ocultos de su hogar, Elvenian está a punto de embarcarse en la aventura más grande de su vida, una que la llevará a través de bosques encantados, montañas prohibidas y valles olvidados, en su búsqueda por cartografiar La Isla y, en el proceso, encontrarse a sí misma.

La partida del castillo.


El día en que Elvenian decide cambiar su destino amanece claro y lleno de promesas. Con el corazón latiendo con fuerza por la decisión tomada, la elfa camina por los corredores del castillo, sus pasos resonando en las antiguas piedras que han sido testigos de su crecimiento. Su determinación la lleva ante la presencia del rey, el guardián de los secretos de La Isla y señor del castillo que ha sido tanto su hogar como su prisión.

Ante el trono, Elvenian expone su deseo con una voz firme que no deja lugar a dudas sobre su resolución. Habla de los mapas incompletos, de las tierras desconocidas que se extienden más allá de los muros del castillo, y de su anhelo por explorar cada rincón de La Isla para revelar sus secretos. Su petición es simple pero audaz: ser dispensada de sus obligaciones como bibliotecaria para embarcarse en la tarea de cartografiar la isla en su totalidad.

El rey, un monarca sabio y visionario, escucha en silencio, sus ojos reflejando una mezcla de sorpresa y admiración por la joven elfa que se atreve a soñar con tal libertad. Tras un momento de reflexión, el rey concede su beneplácito a la misión de Elvenian, pero no sin antes añadir una condición que pondrá a prueba su valor y determinación.

Al este de la isla, cerca de la costa, habita un monstruo ancestral, una criatura de poderes antiguos y malévolos que ha aterrorizado a los habitantes de La Isla durante generaciones. El rey encomienda a Elvenian la misión de destruir a esta bestia, liberando a la isla de su amenaza. Solo entonces, asegura, podrá Elvenian recorrer la isla sin el temor que este ser impone sobre sus tierras.

Con el corazón lleno de un nuevo propósito, Elvenian acepta la tarea encomendada por el rey. La promesa de aventura y descubrimiento se entrelaza ahora con el deber de enfrentar y vencer al monstruo ancestral. Con la bendición del rey y el destino de la isla pesando sobre sus hombros, Elvenian se prepara para partir hacia el este, hacia el desconocido y peligroso viaje que definirá su legado y el futuro de La Isla.

Así comienza una nueva página en la historia de Elvenian, no solo como cartógrafa sino también como heroína destinada a enfrentarse a las sombras que acechan en su hogar. La isla espera, vasta y llena de misterios, mientras Elvenian se adentra en su destino, armada con la sabiduría de los libros y el coraje de los valientes.

El goblin de los acantilados

Tras dos días de arduo viaje, Elvenian llega finalmente a los acantilados del este de la isla. Ante ella se despliega un paisaje majestuoso: vastos acantilados que se alzan como guardianes de antiguos secretos, donde el mar golpea con fuerza contra la roca, esculpiendo la historia de la isla con cada ola. La belleza del espectáculo natural es abrumadora, pero su contemplación es bruscamente interrumpida.

De las sombras emerge un maligno y viejo goblin. Sus ojos destellan con malicia y su intención es clara: atacar sin piedad. El enfrentamiento es inminente, y Elvenian se prepara para defenderse. A pesar del cansancio acumulado, su determinación y habilidad prevalecen. Con estocadas precisas y movimientos ágiles, logra superar al viejo goblin, cuyo fin llega entre los susurros del viento que recorre los acantilados.

Tras la victoria, Elvenian sabe que debe encontrar un lugar para descansar y curar sus heridas. Así, con el corazón aún latente por la reciente batalla, comienza su viaje hacia el norte, en busca de refugio y paz. No pasa mucho tiempo antes de que, a menos de un día de viaje, la silueta de una aldea se vislumbre en el horizonte. El recibimiento de los aldeanos es cálido y le ofrecen refugio inmediatamente.

Tras el merecido descanso y escuchar su historia, los aldeanos le confían una misión: llevar dos pergaminos mágicos hasta las cercanías del castillo. Los detalles son escasos, y la naturaleza de los pergaminos, un misterio envuelto en enigmas. Los aldeanos aseguran que el destino la guiará hasta sus legítimos dueños.

Con los pergaminos en su posesión y el misterio de su propósito revoloteando en su mente, Elvenian se prepara para emprender este nuevo viaje. La promesa de los aldeanos de que el destino la guiará ofrece tanto confianza como intriga. Así, con las heridas aún frescas pero el espíritu indomable, Elvenian se adentra de nuevo en los misterios de la isla, llevando consigo los pergaminos mágicos y la esperanza de cumplir con su misión, sea cual sea el destino que estos pergaminos oculten.

La visita al castillo y la leyenda de el lago encantado

Con los pergaminos mágicos asegurados en su satchel, Elvenian retoma su camino hacia el castillo, el corazón latente por la promesa de aventuras aún sin descubrir. La ruta la lleva a través de una aldea pintoresca, donde el murmullo de las hojas y el gentil fluir del agua cuentan historias de antiguos misterios y magia que pervive en los rincones olvidados de la isla.

En esta aldea, los lugareños, reconocedores de la valentía de Elvenian que ha cruzado montañas y derrotado goblins, se acercan para compartir con ella el secreto de una alta torre encantada. Le cuentan historias de cómo, erguida entre las neblinas eternas de las montañas del norte, la torre ha sido objeto de innumerables leyendas. Albergando poderosos hechizos y guardianes antiguos, la torre espera ser descubierta por aquellos lo suficientemente valientes para enfrentar sus misterios. La curiosidad de Elvenian se enciende; la idea de explorar tal lugar y desentrañar sus secretos la llena de un anhelo casi tangible. Sin embargo, la responsabilidad de su misión la mantiene en su sendero: primero el castillo, luego, la torre.

Después de dejar atrás la aldea y sus intrigantes relatos, Elvenian llega al castillo, donde es recibida con los brazos abiertos por aquellos a quienes llama amigos. Entre risas y el calor de la familiaridad, comparte los relatos de sus viajes, las batallas que ha enfrentado y la enigmática torre que planea visitar.

Después de su estancia en el castillo, repleta de reencuentros y narraciones de sus recientes aventuras, Elvenian se sintió rejuvenecida y lista para continuar su viaje. Los pergaminos mágicos aún reposaban en su morral, un recordatorio constante de la misión que le habían encomendado en la aldea. Con los secretos del lago mágico danzando en su mente, decidió que visitaría aquel lugar místico, pero solo después de cumplir con su deber.

Dirigiéndose hacia las montañas, Elvenian atravesó paisajes de majestuosa belleza, cada paso la acercaba más a su destino desconocido. Fue en estas alturas, donde el aire es puro y la tierra se encuentra más cerca del cielo, donde unos hobbits la encontraron. Estas criaturas, pequeñas pero de corazón valiente, se maravillaron ante la presencia de la elfa y su historia. Sin embargo, lo que verdaderamente captó su atención fueron los pergaminos mágicos. Con reverencia y un destello de conocimiento en sus ojos, los hobbits revelaron que esos pergaminos eran su destino, que los antiguos textos hablaban de su llegada y de la entrega que debía realizar.

Elvenian, sorprendida pero sintiendo la verdad en las palabras de los hobbits, no dudó. La magia del destino se había entrelazado con su camino, guiándola a este momento preciso. Con un gesto de confianza y esperanza, entregó los pergaminos a los hobbits, consciente de que su misión había llegado a su fin, pero que su viaje estaba lejos de concluir.

La entrega de los pergaminos no fue solo un acto de cumplimiento; fue una aceptación del flujo misterioso de la vida y de las sorpresas que el destino reserva para aquellos que se atreven a seguir su llamado. Mientras los hobbits se alejaban, con los pergaminos seguros en sus manos, Elvenian contempló las montañas, sintiéndose más conectada que nunca con la isla y sus misterios.

Las driadas del pantano

Con la torre encantada marcada en su mente como el próximo destino, Elvenian toma los senderos que serpentean a través de la isla hacia el norte. Sin embargo, el viaje nunca es lineal para aquellos abiertos a las llamadas del destino. En una de las aldeas que atraviesa, su camino se cruza con el de un niño pequeño que corre hacia ella, el aliento agitado por la urgencia y el miedo.

Con ojos llenos de esperanza, el niño le cuenta a Elvenian sobre sus tías, las driadas, guardianas de un pantano al norte de la isla. Relata cómo el lugar, antes un lago de aguas claras y serenas, ha sido corrompido por una fuerza maligna desconocida, transformándolo en un pantano oscuro y sin vida. En sus manos, lleva libros de hechizos, reliquias de poder que, según él, pueden ayudar a sus tías a deshacer el daño y restaurar la belleza natural del lugar.

La historia del niño toca el corazón de Elvenian. Aunque la torre encantada y sus secretos la llaman, no puede ignorar el sufrimiento de la isla y sus habitantes. Con una gentileza que iguala su valentía, Elvenian acepta la misión, prometiendo llevar los libros de hechizos a las driadas en el pantano.

Así, con un propósito renovado, Elvenian se desvía de su ruta original, embarcándose en un viaje que la llevará a través de terrenos desconocidos y peligrosos. En su corazón, sabe que cada paso la acerca no solo a las driadas y la posibilidad de curar la tierra, sino también a comprender más profundamente la compleja trama de magia y misterio que teje la historia de la isla.

El viaje de Elvenian hacia el norte de la isla, en busca de las driadas y el oscuro pantano que ahora era su hogar, se ve inesperadamente alargado. Los caminos habituales, trazados en su mente gracias a los relatos de los aldeanos y las antiguas cartas en el castillo, están intransitables, cortados por deslizamientos recientes y ríos desbordados por lluvias no previstas. Sin desánimo, Elvenian toma esto como parte de su aventura, un desafío más a superar, y decide dar un rodeo, confiando en su intuición y en los susurros del viento para guiarla.

Cuando finalmente llega a la entrada del pantano, el ambiente cambia drásticamente. La luz se filtra débilmente a través de las copas de los árboles retorcidos, y el aire está cargado de un hedor fétido que habla de descomposición y magia corrompida. Es aquí donde se encuentra con un zombie ponzoñoso, una abominación que guarda el umbral del pantano. El enfrentamiento es inminente, pero Elvenian, con su destreza en combate y su agilidad élfica, derrota a la criatura sin sufrir daño alguno, demostrando una vez más su valía.

Con el camino despejado, Elvenian se adentra en el corazón del pantano, moviéndose con cuidado entre las aguas estancadas y los vapores venenosos. Finalmente, encuentra a las driadas, seres de una belleza etérea y triste, que emergen de entre los árboles como fantasmas del bosque que alguna vez fue. A pesar del entorno desolado, la presencia de las driadas trae consigo un atisbo de la magia pura y antigua que aún resiste en el pantano.

Con reverencia, Elvenian entrega los libros de hechizos al cuidado de las driadas. Los tomos, antiguos y llenos de conocimientos arcanos, resplandecen con una luz propia al entrar en contacto con las manos de las guardianas del bosque. Las driadas, con expresiones de gratitud y esperanza, comienzan a preparar el ritual que promete restaurar la belleza y la vida al pantano, deshaciendo el mal que lo ha corrompido.

Elvenian decide no interrumpir. Tras asegurarse de que las driadas tienen todo lo que necesitan, se retira silenciosamente, dejándolas a su sagrada tarea. Mientras se aleja, los sonidos del ritual comienzan a elevarse detrás de ella, una melodía antigua que habla de renacimiento y curación.

Así, Elvenian continúa su camino, llevando consigo la certeza de haber ayudado a restaurar un pedazo del mundo, un recordatorio de que incluso en los lugares más oscuros y olvidados, hay esperanza y magia esperando ser descubierta.

La torre mágica

Con determinación en su corazón, Elvenian finalmente decide dirigirse hacia la torre encantada, un destino que ha resonado en su mente desde que escuchó las historias en la aldea. Ubicada en las sombrías montañas, la torre se alza como un monumento solitario al pasado místico de la isla, sus secretos envueltos en el manto de las leyendas.

Al llegar, algo sorprendente ocurre: las antiguas puertas de la torre, cerradas durante siglos, se abren lentamente ante ella, como guiadas por una voluntad invisible. Es como si la torre, o la magia que reside en ella, la estuviera esperando. Dentro, Elvenian encuentra únicamente una escalera de caracol que serpentea hacia la cima. La subida es silenciosa, solo el eco de sus pasos acompaña su ascenso hacia lo desconocido.

En la cúspide de la torre, una sorpresa aún mayor la espera. Un espejo mágico, el corazón de la torre, le revela la existencia de un portal mágico situado en las montañas cercanas. Este portal, un vórtice de energías arcanas, parece ser el origen de los monstruos que han asolado la isla, una puerta a reinos oscuros y peligros desconocidos.

Con la imagen del portal grabada en su mente, Elvenian sabe que debe actuar. Regresa al castillo, el viaje de vuelta marcado por la urgencia de su descubrimiento. Al contarle al rey lo que ha visto, espera una movilización inmediata para cerrar el portal y poner fin a la amenaza. Sin embargo, la respuesta del rey la toma por sorpresa.

El rey, con una mezcla de sabiduría y resignación en su mirada, le informa que otros se encargarán del portal, una tarea para magos y guerreros especializados en ese tipo de magia antigua. En cambio, le encomienda a Elvenian una misión diferente pero igual de crucial: eliminar a un antiguo monstruo que mora en unas praderas al norte del castillo, otra pieza en el complejo rompecabezas de desafíos que enfrenta la isla.

Elvenian acepta la nueva misión con un sentido de responsabilidad inquebrantable. Con el alba, partirá hacia las praderas del norte, lista para enfrentar lo que le aguarde, sostenida por la fuerza de su voluntad y la esperanza de traer paz a la isla una vez más.

El fin de la isla

Con el firme propósito marcado por el rey, Elvenian se adentra en los pastos septentrionales del castillo, un territorio vasto y lleno de leyendas, algunas aún sin escribir. En este escenario aparentemente tranquilo, la elfa se encuentra con una pareja de Gold Slime gigantescos que, como guardianes de las antiguas praderas, la desafían con su presencia imponente. El encuentro, cargado de tensión y asombro, pone a prueba no solo el coraje de Elvenian sino también su ingenio y habilidad en la batalla.

Por fortuna, guiada tanto por la suerte como por su creciente pericia en combate, Elvenian logra superar el desafío que los Gold Slime representan. La victoria, aunque inesperada, le brinda una nueva certeza sobre sus capacidades y la confianza para seguir adelante en su misión.

Con la mirada puesta en lo desconocido, Elvenian continúa su viaje hacia la franja norte de la isla, la última frontera que queda por explorar y cartografiar. A través de bosques vírgenes, valles ocultos y costas azotadas por el viento, la elfa avanza, cada paso una afirmación de su determinación por conocer y documentar cada rincón de su hogar.

En un par de días, Elvenian completa su tarea, cubriendo el último terreno desconocido. La sensación de satisfacción que la invade es indescriptible; ha logrado lo que muchos considerarían imposible. Con el mapa de la isla finalmente completo, decide que es momento de regresar al castillo, no solo para compartir su triunfo sino también para dedicarse a la tarea de transcribir sus descubrimientos y aventuras, para que otros puedan aprender de ellos y, quizás, encontrar inspiración para sus propias jornadas.

Al volver al castillo y a sus amados libros en la biblioteca, Elvenian siente que su aventura ha llegado a su fin, pero en su corazón sabe que cada final es también un comienzo. Las historias que ha vivido y los secretos que ha descubierto serán ahora parte del vasto tesoro de conocimiento que la biblioteca alberga, esperando ser descubiertos por futuras generaciones de exploradores y soñadores.

Así, en la tranquilidad de la biblioteca, rodeada de pergaminos y tomos antiguos, Elvenian encuentra paz, sabiendo que ha dejado su marca en la historia de la isla, una narrativa de coraje, descubrimiento y magia que perdurará a través del tiempo.

Puntuación final.

He cartografiado la isla entera!! Ole!! Voy a calcular la puntuación…

ConceptoPuntos para La amarilla
Fama actual120
Fama de las misiones90
Fama del oro acumulado8
FAMA TOTAL218

Me recordarán. Algo me recordarán. Por ahora es la heroína que más ha triunfado de todas mis historias.

¡Hasta la siguiente partida!

FIN


Imágenes de la partida


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