Si las largas sombras del atardecer que se extienden a tu lado comienzan a moverse y parpadear como lenguas de fuego hambriento, no corras. Eso sólo alimentará tu miedo y abrirá el apetito de las sombras

Jugando en solitario, y mis gatos
Si las largas sombras del atardecer que se extienden a tu lado comienzan a moverse y parpadear como lenguas de fuego hambriento, no corras. Eso sólo alimentará tu miedo y abrirá el apetito de las sombras
Había una vez una isla perdida en ninguna parte, en la que unos seres que vivían en casas con pinta de seta, campaban felizmente con su vida salvaje y sus dioses. La llamaban Spirit Island, porque conocían a las fuerzas de la naturaleza que en ella habitaban.
Hijo de un espíritu de una tormenta pasajera, el Rayo de Destrucción Fulminante bailó a las orillas de la isla hace muchas edades y le gustó lo suficiente como para quedarse. Pasa gran parte de su tiempo descansando y en silencio, despertándose para bailar por el cielo cuando los vientos soplan con fuerza.