Agrícola. El mundo de las ovejas.

Presentación

¡Hola, gente!

Esta semana os voy a hablar de uno de mis juegos favoritos del mundo mundial… ¡Agrícola! Además, es uno de los primeros juegos que entró en mi colección, cuando en una estantería tenía todos los juegos guardados y sobraba mucho mucho sitio… ¡qué tiempos aquellos!

Sé que el juego es recomendado para mayores de 12 años, y que mis peques tenían apenas 8 y 5 años cuando lo compré para jugar con ellos, pero es que era taaaan mono… tenía tantos animalitos… Y pensé yo «pues jugamos con reglas caseras para adaptarlo a ellos y ya está». Y eso es precisamente lo que hice. No tuve que adaptar mucho, la verdad, porque la versión familiar es bastante sencilla. A los peques les encantó. Se convirtió en su juego favorito y siempre lo querían jugar. Mi peque de 5 años en una de sus primeras partidas pasó hambre durante una de las cosechas. Le sentó fatal. Desde aquel momento, en todas sus siguientes partidas, le daba igual si su granja era grande o pequeña, si había hecho muchos o pocos puntos, su única obsesión era no volver a pasar hambre… Me recordaba mucho aquella escena de Lo que el viento se llevó con Escarlata O’Hara debajo de un arbolillo al atardecer.

Y después de esta historia de abuelo cebolleta, que aquí una ya tiene una edad, deciros que es un juego de colocación de trabajadores y gestión de recursos puro y duro. La única interacción entre los jugadores es conseguir los recursos antes de que otro te los quite, lo cual puede ser suficiente para que toda tu partida se vaya al traste.

Mi versión es la de Homoludicus, la que traía tropecientas cartas (mazos E, F, K e I) y cinco jugadores. Actualmente han sacado otras versiones que han remozado algo el arte de los tableros, traen menos cartas y le han cambiado el concepto a algunas acciones del tablero principal. Todas las expansiones que están saliendo del juego están orientadas a esta nueva versión, así es que si no tenéis el juego, queréis haceros con una copia y sois de los que compráis todas las expansiones disponibles, lo mejor es que os compréis la nueva versión. Pesonalmente me gusta más la viejuna que yo tengo, pero es cierto que para algunas expansiones es un fastidio.

En cuanto a las expansiones, la única que he probado es la de Bosques y Cenagales. Si el juego ya aprieta de por sí, con esta expansión se vuelve aún más duro, ya que lo más seguro es que alguno de tus granjeros enfermen y te quedas con menos acciones todavía de las que ya tienes. No las veo necesarias para que el juego esté completo, pero si es verdad que si jugáis mucho, le da una vuelta de tuerca interesante.

Los nuevos mazos que también se consideran expansiones y han salido en castellano son el Dulcinaria, Artifex, Bulbucus, Corbarius y «Cónsul y Dirigentes», por lo menos que yo sepa a fecha de hoy. La primera letra del nombre te indica la letra del mazo (por ejemplo, Dulcinario sería el mazo D). Los cuatro primeros (D, A, B y C) traen 60 cartas de oficios y 60 cartas de adquisiciones menores. El último solo trae 48 oficions y 48 adquisiciones menores, pero trae una nueva mecánica que se basa en los antepasados; esta mecánica proporciona tanto recursos iniciales que le dan algo de asimetría al inicio de la partida, como objetivos secundarios a cumplir durante su desarrollo. Si os encanta el juego y queréis haceros con un nuevo mazo yo os recomendaría éste último y os lleváis también una forma nueva de jugar.

Y vamos a darle ya algo de ambientación al juego.

¿De qué va Agrícola?

Siglo XVII, malos tiempos para la agricultura. Europa Central, año 1670 d.C. La plaga que ha asolado estas tierras desde 1348 ya ha remitido y los pueblos de la región vuelven a prosperar. Es el momento de labrar, sembrar y recolectar los campos de cultivo, ampliar y reformar los hogares y comer carne para olvidar los tiempos de hambruna pasados.

Al comienzo de la partida somos una familia compusta por un granjero y su pareja, viviendo en una choza de madera de dos habitaciones. Lo bueno: tenemos todo un terreno alrededor de nuestro hogar para ser explotado a nuestro antojo (o lo que podamos conseguir). Lo malo: solo estamos los dos.

A medida que avanza la partida, tendremos que ir labrando los campos, construyendo vallas y establos para cobijar a animales que podemos conseguir en el mercado, plantar y recoger cosechas, mejorar nuestro hogar construyendo mas habitaciones… Y ya que tenemos más habitaciones, también podríamos plantearnos tener hijos para poder repartir más el trabajo… ¡Aquí los niños sí que son rentables! También es importante ir mejorando nuestra chocita para convertirla en una casa con solera de ladrillo e incluso de piedra.

Para hacer todo esto podemos conseguir distintos materiales: madera, arcilla, junco y piedra. Todos los granjeros de los alrededores están en tu misma situación, por lo que la lucha por la consecución de recursos puede ser algo feroz.

Además, y por si lo habías olvidado, la gente come. Es una mala costumbre, lo sé, pero tiene que comer. Puedes pescar o hacer de jornalero, y esto al principio puede ser suficiente. Pero a medida que avanza la partida, se vuelve insuficiente, y lo mejor es que seas capaz de hornear tu propio pan y cocinar algunos de tus animales. Para ello tendrás que comprar mejoras para tu vivienda, como un hogar o una cocina. Lo bueno: ninguna persona morirá de hambre nunca. Lo malo: si no tienes para que todos coman tendrás que mendigar, y esto te dará muy mala reputación entre los vecinos…

¡Y esto es todo! Solo se trata de vivir como una familia afortunada del siglo XVII que tiene un campito, e ir intentando mejorar tu situación y posesiones con el paso del tiempo. ¿A que no parece difícil? Pues sí que lo es.


Partidas jugadas al Agrícola

Os dejo las partidas que he reseñado al Agrícola. ¡Espero que os gusten!


Mi opinión

Ya lo he dicho y lo seguiré repitiendo: Agrícola es uno de mis juegos favoritos por no decir el que más me gusta. Es un eurogame de los pies a la cabeza y ese es el tipo de juego que me gusta. Además, es bonito, es temático, te da la sensación de que estás construyendo algo y eso me encanta.

La interacción entre los jugadores es la justa, pero suficiente para que te fastidien mucho mucho la planificación que tienes hecha. No es una competencia destructiva, porque no pueden hacerte ningún mal, simplemente no te dejan hacer lo que quieres porque te dejan sin recursos o sin acciones para hacerlo. Es como cuando quieres castigar a un adolescente sin móvil… no le quites el móvil, ¡quítales el cargador! Muhahahaha!

El juego en solitario tiene la misma mecánica que el multijugador, pero la gente come más y la cantidad de madera disponible es menor, lo cual marca una diferencia gigantesca aunque parezca un poco trivial. Creedme, que en mis primeras partidas en solitario hacía una burrada de puntos hasta que descubrí lo de la comida y la madera, y ahí me di cuenta de cómo cambia el cuento.

Y aquí llega la lista de pros y contras…

Cosas que me gustan:

  • El aspecto visual. No es que sea espectacular en sus componentes, pero el conjunto es estéticamente precioso. A medida que vas montando tu granja, visualmente vees una granja. Y todo con unas maderitas y unos meeples de animales. ¡Alucinante!
  • La variabilidad de las partidas. Hay dos factores que influyen en que cada partida sea única. Por un lado las cartas de ronda, que no siempre salen en el mismo orden y se nota. Por otra parte, los mazos de cartas, que como solamente juegas 7 de oficio y 7 de adquisiciones en cada partida, la probabilidad que se repita la misma mano en una partida es casi nula.
  • La mecánica. Es la más sencilla de las que conozco: colocas un trabajador en una casilla y haces lo que dice esa casilla y nadie se puede colocar más en esa casilla. Ea. Ya está. Luego viene cada x rondas una fase de cosecha (como que llega la primavera) y se cosechan los campos, se les da de comer a tus personas y se reproducen los animales. Muy muy simple. Y en eso, precisamente, reside su encanto.
  • La reglas. No son complicadas. Básicamente es «haz lo que diga la casilla en la que te colocas» y te aclaran un poco los conceptos de cómo se siembra, cómo se cosecha, cómo se reproducen los animales (no os riáis) y cómo se tienen que colocar las cosas. Poco más. Son conceptos muy concisos y muy claros. Además, el manual viene bastante bien explicado.
  • El modo en solitario. Solo tiene dos reglas especiales conforme al juego multijugador que se notan una barbaridad porque complican mucho la partida, y una regla de inicio que es que comienzas con 0 recursos. Por lo demás es exactamente igual al modo multijugador. No hay IAs, no hay eliminación de acciones. Muy sencillo de jugar y complicado de ganar, ya que creo que lo haces bien si superas 50 puntos.

Lo que no me gusta:

  • Que hayan hecho nuevas versiones cambiando conceptos de las versiones anteriores. Es un fastidio, ya que los mazos que están saliendo y las expansiones se refieren a conceptos de las nuevas versiones, y te tienes que imaginar un poco cómo interpretarlos, al menos en las primeras partidas.
  • El inicio de cada ronda se hace un poco pesado, ya que tienes que reponer o acumular en alguas acciones los recursos que proporcionan, que cuando te encuentras con 8 maderas en la casilla te da mucha alegría, pero ronda tras ronda tienes que ir añadiendo y añadiendo, y al final se hace un poco pesado cuando ya hay muchas casillas en juego. Se hace imprescindible tener un organizador para los componentes que facilite esta tarea.

 

Cosas que no me explico por qué a otros no les gustan:

  • Es un eurogame. A las personas que no les gusta este tipo de juego pues es normal que no les guste, porque es un euro por los cuatro costados. A mí como me gusta, pues no le veo el problema. 😛
  • Estresa mucho el tema de la alimentación durante las cosechas. Cierto que el juego aprieta mucho con el tema de la comida, pero yo lo considero una especie de empujón para que vayas construyendo un motor de alimentación que de otra forma podrías pasar por alto. Tampoco estresa tanto, oiga.
  • ¿Ya se acabó?¿Ahora que empezaba a irme bien? Pues sí, querido jugador. Es un juego que al principio te da un poco de tregua para que vayas montando un motor correcto, pero luego empieza a correr correr y termina abruptamente cuando estás en tu punto más álgido. Eso le da aún más estrés a la partida. Pero a mí me gusta.
  • Algunas cartas están desequilibradas. Pues puede ser, no digo yo que no… ¡como hay tantas! Yo, personalmente, como juego en solitario principalmente (con mis peques no jugaba con las cartas) pues supongo que me habré beneficiado de algunas de ellas en ocasiones… Pero vamos, que si en partidas a más jugadores detectáis que una carta está rota, con quitarla del mazo es suficiente…

Y ya acabo aquí. Espero que os haya gustado ¡y no dejéis de leer alguna de las partidas!

¡Hasta luego, gente! 

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