Obsesión: Quiero pareja, quiero pareja, quiero pareja…

¡Obsesión es la palabra! Obsesionada estaba yo con este juego desde hace mucho, mucho tiempo en el que vi una reseña no sé dónde y me puse a buscarlo como una loca. Pero qué va, no había forma de conseguirlo a un precio decente por ninguna parte. Todo estaba por las nubes.

Y cuando ya estaba a punto de tirar la casa por la ventana y dejarlo todo, se lo comenté a un amigo que me dijo «Pues en el 2023 lo va a sacar Maldito Games en castellano». Y ahí hice yo acopio de paciencia… y esperé y esperé y esperé y ¡llegó!

Lo tengo, lo estoy disfrutando mucho mucho y lo mejor de todo… ¡me encanta!

Obsesión es un euro. Además, diría que casi casi multisolitario. Esto que quiere decir? Pues que cada jugador lleva su partida como buenamente puede y no hay demasiada interacción entre los jugadores. Cero tampoco. Alguna sí hay, hay algunos personajes con los que perrear a los contrarios, te pueden quitar alguna habitación que te mola, pero básicamente, cada uno va a lo suyo.

Está ambientado en la Inglaterra victoriana de mediados del siglo XIX, en la que cuando entrabas en edad casadera (sobre todo si eras mujer) te intentaban casar con alguien de más posición social (cosa que podemos igualar a mayor fortuna) que la de tu familia. Y si eras un rico o una rica heredera… todo el mundo te intentaba cazar, rayando la Obsesión. De ahí el nombre del juego que no me imaginaba yo por qué era hasta que en el glosario que trae te lo dejan caer. ¡Muy acertado diría yo!

En el juego, tendremos a nuestra disposición los miembros de una de las cuatro familias que integran el juego base (con sus heraldos y todo), que goza de un cierto respeto social, aunque no mucho, con una propiedad bastante descuidada. La familia no ha pasado por sus mejores momentos económicos, pero parece que ahora está remontando. Y no hay nada mejor para remontar que conseguir un matrimonio ventajoso con uno de los dos herederos casaderos que acaban de aterrizar en estas tierras después de mucho mucho tiempo sin aparecer: los hermanos Charles y Elizabeth Fairchild.

Trataremos de mejorar nuestra hacienda en función del gusto de estos dos hermanos, montando fiestas, cenas, actividades deportivas, aumentando la cantidad de nuestro personal de servicio para que los invitados se encuentren más cómodos, y toda una serie de actividades recreativas que como buenos nobles que somos, nos harán ganar reputación social a nuestro alrededor.

¿Alguien no ha visto Los Bridgeton? Pues eso.

¡No me digáis que al menos no es interesante ver cómo se ha podido recrear este tema en un juego de mesa! Desde mi punto de vista, de una forma genial, pero para que os podáis hacer una idea algo más veraz, os voy a transcribir una de mis partidas en solitario al juego (porque sí, también trae modo en solitario y está verdaderamente bien conseguido).

Os voy a tratar de describir mi partida con la familia York contra mi familia rival automática: los Simpson. Sí, es una partida en solitario y no os voy a desvelar el final…

Siempre podéis ir directamente a ver Mi opinión y saltaros la partida… aunque creo que me va a quedar muy divertida.

Gracias a los beneficios económicos obtenidos, hemos podido mejorar nuestra Hacienda reformando una de nuestras habitaciones más estropeadas y convirtiéndola en una muy masculina sala de fumadores para caballeros. Ahora el vizconde y su hijo podrán invitar a sus contactos para pasar un rato charlando y haciendo negocios (no suele haber charlas triviales en Derbyshire).

Se rumorea que los Simpson han mejorado su Hacienda construyendo una sala para desayunos. ¡No estamos muy interesados en semejante vulgaridad!

Tras la marcha al día siguiente el barón hacia su hogar, le describe al su círculo más íntimo la estupenda velada que compartió con el joven Allen (más que nada porque no recuerda más de la mitad de lo que sucedió y siempre es más correcto hablar bien de lo que uno no recuerda), lo que hace que la reputación de la familia suba bastante, alcanzando un nuevo círculo de la aristocracia hasta ahora inaccesible.

Por desgracia, Derbyshire está lleno de oídos y no todos pertenecen a personas respetables y de fiar. Un tal Walter Thurtle, ampliamente conocido por ser un Licencioso, con una renta considerable pero una vida disoluta, intenta unirse a nuestro círculo para conseguir una invitación a algún evento de nuestra familia… Por ahora no es de nuestro agrado, pero ya veremos si más adelante es conveniente su presencia…

Por su parte, parece que los Simpson ha creado un precioso recinto de flores en su Hacienda que ya no podremos construir, pues todo el mundo pensaría que los estamos copiando y ¡eso sería terrible para muestra reputación!

Y como no hay secretos en Derbyshire, pronto toda la aristocracia habla de tan afable relación entre madre e hija. Algunas damas de la aristocracia se mueren de ganas de ser invitadas a la Hacienda de los York para conocer de primera mano a esta atípica pareja de madre e hija.

Los Simpson siguen ampliando su Hacienda, esta vez mejorando las dependencias de su mayordomo… Tendremos que comenzar a pensar también nosotros en nuestro servicio…

Finalmente, los Fairchild anuncian que el prestigio de la Hacienda es una de las cosas que actualmente más valoran… Los Simpson nos ganan. Esta temporada no hemos conseguido el favor de los Fairchild.

¡Pero no está todo perdido! Aún nos quedan 3 temporadas más por delante….

Hasta dentro de un tiempo no serán productivos, pues hemos de darles margen para que se habitúen a nuestro hogar y se pongan al día por parte del resto del personal de nuestras costumbres, de forma que puedan ofrecer una atención exquisita a nuestros invitados.

También aprovecharemos para arreglar un poco el granero, que el que teníamos estaba muy viejo y estropeaba las actividades al aire libre al contemplar su estado de dejadez. ¡Ahora todos hablarán de nuestro estupendo granero!

Los Simpson siguen y siguen ampliando su Hacienda.

Mientras tanto, el resto de la familia se dedica a la adecuación de una de las salas de su Hacienda para convertirla en el Comedor Norte. ¿Qué los Simpson ya lo hicieron anteriormente? Pues si. Pero toda Hacienda respetable necesita de un buen comedor y las vistas al norte de la nuestra son maravillosas… No creo que se monte mucho revuelo al respecto, y si se monta, seguro que es por pura envidia de los Simpson que saben que el nuestro es mejor.

Al parecer a los Simpson les ha dado ahora por los deportes al aire libre y se han construido una pista de tenis… ¡ojalá lluevan chuzos de punta! Desde el cariño, para que el césped se les ponga bonito…

Mientras nos regodeamos en nuestra desgracia, por fin los Fairchild anuncian que una Hacienda debe tener al menos lo esencial para la comodidad de sus invitados, y (oh! sorpresa sorpresa!) nuestra Hacienda reúne mejores elementos que la de los Simpson, por lo que esta temporada tendremos nosotros el favor de la parejita de hermanos.

¡Vamos a apostar por la chica, ya que Allan demuestra algo de interés por ella y si conseguimos estabilizar esa relación nuestra reputación se pondrá por las nubes!

NOTA DE JUGADORA DESPISTADA: se me olvidó totalmente coger la carta de la hermosa hermana de los Fairchild, por lo que no la vais a ver aparecer en toda la temporada tercera por la Hacienda. Si la hubiese tenido a mano, lo mismo alguna cosa hubiese cambiado un poco…

En esta ocasión solo acuden damas a la cena, puesto que los caballeros no sabrán apreciar la delicadeza de las vistas. Como anfitrionas tenemos a ambas damas de la familia York, Beatrice y Marianne, y como invitadas a Lady Elisabeth Seaforth, que destaca por su amigable conversación y amor por la literatura, Miss Anne Harlow, amable dama y conocida por ser una excelente jugadora de whist, y Lady Sarah Lewis, antigua conocida de la familia con la que siempre es un placer volver a coincidir.

Además de reforzar nuestros negocios, conseguimos aumentar nuestro círculo de amistades. Además, hacemos circular el rumor de que el libidinoso Walter Thurtle se ha intentado aprovechar de nuestra gentil y honorable Marianne, hija menor de la vizcondesa, que simula un muy conseguido desmayo provocado por el simple recuerdo del descaro de dicho «dudoso» caballero al dirigirle una serie de palabras que ninguna dama debería decir, y que por supuesto no va a repetir la Vizcondesa. Conseguimos repudiar a dicho caballero de la familia y que no lo vuelvan a relacionar con nosotros.

Durante la cena, Miss Anne Harlow nos comenta que se rumorea que en la hacienda de los Simpson se está construyendo un gran monumento, pero que solo son rumores, aunque dicen que es grandioso, espléndido, bla bla bla… En cuanto podemos, desviamos la conversación hacia lugares más seguros en los que nuestra cara no refleje el «amor» que sentimos hacia ellos.

Nuestras celebraciones son cada vez más agotadoras, ya que el número de invitado está creciendo de forma proporcional al aumento de nuestra reputación.

En esta ocasión, volveremos a tener un periodo de tranquilidad para atender nuestros negocios y atender al muy necesario cuidado de nuestros quehaceres cotidianos antes de volver a celebrar un gran evento…

Una de nuestras doncellas nos comenta que le ha dicho la doncella de la hija de los Simpson que están construyendo una galería larga. Bueno, no es muy adecuada desde nuestro punto de vista, pero ya se sabe… ¡es tan difícil tener buen gusto!

En plena conversación con el Barón, el vizconde le comenta la intención de construir un jardín francés en nuestra hacienda. Con total indiscreción, provocada más por los efluvios del alcohol que por maldad en sí, el Barón Charles comenta que le consta por un amigo de la familia que hace tan solo unos días los Simpson comenzaron la construcción de un jardín francés. ¡Seguro que de alguna forma se han enterado y se nos han adelantado a nuestra idea!

Nuevamente, los York se deciden por no construir uno de los planes que tenían casi casi desde la primera temporada en mente. Ya estamos en el cortejo de la tercera temporada y no hay manera de finalizarlo a tiempo.

Esta vez los Fairchild no se demoran tanto en dar salida a sus deseos… y se decantan por el deporte. El buen tiempo que hace los ha puesto de buen humor y quieren disfrutar al aire libre durante la próxima temporada.

Nosotros solo tenemos un campo de bolos en nuestra hacienda, así es que de ninguna forma podemos cumplir tales requisitos.

Ambos pasan una muy agradable velada, por lo que nuevos amigos están dispuestos a compartir su tiempo con nuestra familia y Lord Brooks, en agradecimiento, abre una nueva línea de negocios con nuestra familia.

Y los Simpson siguen empeñados en hacer crecer sus actividades deportivas, construyendo ahora un campo de Croquet. ¡Como si no se hubiesen ganado ya la simpatía de los Fairchild!

Toda la aristocracia de Derbyshire se muere de ganas por acudir a uno de los recitales de nuestra preciosa hija.

Parece que los Simpson están cambiando ya los deportes de exterior por deportes de interior, agregando una sala de billar a su extensísima hacienda.

Durante la cena, la Vizcondesa de York hace correr el rumor de que hay una heredera americana que quiere beneficiarse del buen nombre de la familia y que le ha hecho descaradas proposiciones a su hijo Allan, por lo que el resto de comensales se escandalizan y la familia consigue deshacerse de las relaciones con tan poco apropiada persona.

Tras la cena, se cierran algunos negocios beneficiosos para la familia y la reputación de la familia en sociedad aumenta.

NOTA DE JUGADORA DESPISTADA: tenía un ayuda de cámara menos. Entre que ponía una opción y otra, de alguna manera me despisté y lo puse como «descansado». El final tampoco varía mucho, ya os lo adelanto…

En esta última temporada, los hermanos Fairchild se declaran amantes del deporte nuevamente. ¿Quién lo iba a esperar! Por lo que los Simpson vuelven a ser sus anfitriones de honor.

FIN

A los que os habéis tragado la partida, ¡gracias mil! A los que no, os habéis perdido una temporada entera de los Bridgeton. Avisados quedáis por si queréis volver atrás.

Y ahora llega el gran momento para opinar sobre el juego.

Partiendo de la base de que me encanta todo en el juego, ya os podéis imaginar el sentido de mi opinión.

Mi primera partida fue en la edición en inglés, al juego de unos amigos que lo tenían, y ya ahí me enamoró. Mi nivel de inglés es bueno, y ya las cartas de los personajes, con sus mini historias, me parecieron adorables. Y los nombres de las salas y las actividades también me parecen una genialidad.

He leído que es considerado un euro medio. Supongo que es porque las reglas son fáciles y no muy largas de explicar. Lo que pasa que es un juego en el que hay que organizarse un poco los turnos posteriores: o tienes en cuenta qué vas a ir haciendo los siguientes turnos o te quedas tanto sin aristócratas como sin sirvientes y te toca pasar, y a mí eso de ver qué voy a hacer en los siguientes X turnos se me da fatal.

Creo que han logrado una ambientación fabulosa. Tengo una amiga con ascendencia inglesa y mucho mucho interés por esa época de la historia, a la que le comenté que me recordaba mucho a ella el juego (¡hola amiga!), y estuvimos hablando de ciertos detalles puntillosos en la ambientación que finalmente cuadraron en las características de la aristocracia inglesa victoriana, por lo que también gana puntos en la ambientación el ser fiel a ciertos detalles específicos de la historia que estos juegos a veces dejan olvidados en pro a que tenga más jugabilidad.

Y voy a ir ya poniendo la lista de cosas de manera más o menos ordenada, de lo que me gusta y lo que no:

Cosas que me gustan:

• El tema. Me encanta el tema del juego de casas de la aristocracia inglesa. Cuando conocí su existencia, pensé que era algo imposible de plasmar en una mesa, pero creo que lo han conseguido a la perfección.
• Los componentes. Además de los meeples y la calidad de los componentes, el hecho de que cada carta tenga una imagen y una historia distintas, que personalizan los distintos caracteres de las personas a las que invitas, dan lugar a que la imaginación vuele inventando historias. De esta forma es mucho más divertido jugar con gente si todos intentan tematizar un poco su parte del juego.
• La IA. El modo en solitario es muy fácil de llevar y el resultado es un adversario muy muy digno con una o dos reglas realmente simples.
• El inserto. Que no es propiamente un inserto, sino un conjunto de cajitas cuquis en las que guardarlo todo y así no se mezclan las fichas con las cartas con los tableros, que se rayan, y todo queda muy muy organizado. ¿Qué esto sube el precio? Pues probablemente sí, pero al final, y tal y como está ahora mismo de disparatado el mercado tampoco es un juego excesivamente caro.
• El libro de glosario. El que te vayan poniendo en contexto de por qué las reglas son así y cómo se van hilando para dar solidez a la base histórica del juego me parece una idea excelente.

 

Lo que no me gusta:

• El inserto. No por el inserto en si, sino porque trae espacio para dos familias más que llegan con la expansión Arriba y Abajo y Wessex. A ver, criaturas, si sabéis que vais a sacar expansiones, que además de dos jugadores más añade más cosas… No seáis malvados y ponedlo todo en la caja de la expansión. Así te quedas con cara de «me faltan cosas para rellenar dos cajas vacías que ya he pagado…»
• El manual. Lo veo confuso. Por ejemplo, en mi primera partida en modo solitario me monté todo un tablero para la IA, lo cual me di cuenta de que es totalmente innecesario. Además, si el espacio no os sobra, como es mi caso, fue una putada tener que jugar toda la partida viendo que no se estaba usando para nada y estaba ahí, ocupando media mesa. Pues como ese, dos o tres detalles más que no me han gustado. Ea.

 

Cosas que no me explico por qué a otros no les gustan:

• El arte de las cartas de aristócrata es feo. Vale, esto es estética y para gustos los colores, pero es que a mi me parecen una preciosidad con esas fotos viejunas… y ese aspecto a aristocracia rancia… Pero lo dicho, cuestión de gustos.
• Las losetas de habitaciones son sosas. Aquí estoy de acuerdo a medias. Son correctas: no tienen ningún adorno y la única gracia que tienen (que a mi me parece mucha) es el nombre de la actividad que se lleva a cabo en esa sala. Pero son totalmente correctas. De un primer vistazo ya sabes lo que requieren y lo que te dan. Por poner una queja: el color rojo y el color marrón se parecen demasiado. Podrían haber puesto otros colores más dispares, como un rojizo y un amarillento…
• También he leído malas críticas sobre los tableros de los jugadores y los tableros comunes en cuanto a su aspecto feo. Y oiga, eso sí que los veo estéticamente correctos y muy funcionales. El de los jugadores es como un escritorio: en madera marrón y con papeles encima. Muy propio. Y los comunes los veo bonitos (no para enamorar locamente, pero sí bonitos) y también con el espacio muy bien aprovechado.
• La IA simplona. Mi opinión de esto es… ¡pues mucho mejor! ¿Para qué quieres una IA complicada si al final te vas a perder para llevarla? Yo la IA la veo justamente en su punto necesario para emular a un contrincante muy digno. Pierdes la capacidad para «hacer daño» a la reputación del oponente, y tampoco te van a dañar nunca a tí, pero yo he jugado partidas en la que ninguno de los jugadores ha atacado a otro jugador, por lo que no lo veo «interacción imprescindible».

 

Y esto es todo para este Obsesión (u Obsession en inglés).

Si os ha gustado el artículo, si queréis leer alguna otra partida que juegue con otra familia, hacédmelo saber en los comentarios.

¡Hasta luego, gente!