Her Odyssey. Partida 1. Día 13. Extraños compañeros.

No hubo amanecer que anunciar aquel día. El alba apareció tímida y cansada tras la furia de la tormenta, ocultándose entre nubes pesadas y oscuras que abrazaban la montaña como un manto viejo y desgastado. Las nubes descendían lentamente por las laderas, convirtiéndose en jirones de niebla que reptaban silenciosamente sobre las rocas húmedas, dejando una estela fría tras su paso.