Vamos a continuar la partida 1 del juego Apothecaria. Ya estamos en la semana 16. Estamos empapándonos de los conocimientos de la bruja anterior para hacer cara a la maldición que hay en el bosque y que cada vez se vuelve más fuerte.
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Vamos con la segunda semana.
Estado de la partida.
Nombre: Elaria. Reputación: 21 Dinero: 157 Fecha: segunda semana del verano.
Objetos:
Un caldero para hervir ingredientes
Un alambique para destilar ingredientes
Un mortero para triturar ingredientes
Colmena que añade dulzura (disponibles 4/4)
Un desván de cuervos, que añade un paciente a la semana.
Un campo de cultivo con Flood Bulb⭐⭐(machacado para [DESHIDRATACIÓN] Y [VENENO]) sembrado.
Una escoba voladora
Una varita mágica
1 Dentist Crab⭐⭐ (añadido crudo para [DIENTES], [BOCA] y [PULMONES]).
1 Wigfish⭐⭐⭐ (añadido crudo para [ÁNIMO], [SUEÑO] y [CABELLO])
Planteamiento de la semana
🧍 Carta de visitante local: 4 de corazones 🦠 Carta de enfermedad local: 10 de tréboles 🐦⬛ Carta de enfermedad remota: Comodín. 7 de diamantes. 🔎 Carta de pista nivel 4: Reina de tréboles
🐛 Enfermedad: Susto Sustoso. El afectado ha visto algo tan horrible, tan aterrador, tan increíblemente aterrador que su cabello se ha vuelto blanco y se ha desgarrado la garganta de tanto gritar. ⚗️ Detalles de la cura: [CABELLO⭐] [DOLOR⭐][ÁNIMO⭐⭐] ⚠️ Consecuencias: Sale corriendo gritando. ¿Lo encontrarán alguna vez? Pierde 1 punto de Reputación. ⌛ Tiempo límite: 6 🌿 Ingredientes para la cura: Driftwood Memories ⭐⭐, Lago del Deshielo dificutad 1 para ÁNIMO (requiere varita), Wigfish ⭐⭐, que ya tenemos para CABELLO, y Skullcap ⭐, dificultad 2 para DOLOR en la Caverna del Héroe.
🐛 Enfermedad remota: Veneno Locuaz. Los afectados pensaron que confiarían en el comerciante charlatán con la cura milagrosa en lugar de acudir a ti, pero ahora están verdes y su vómito simplemente se escapó. ⚗️ Detalles de la cura: [MAGIA⭐] [VENENO⭐⭐] ⚠️ Consecuencias: Se produce un extraño efecto mágico. Descríbelo y pierde 2 puntos de reputación ⌛ Tiempo límite: 4 🌿 Ingredientes para la cura: Coldrust⭐, Cueva del Héroe dificultad 2 para MAGIA, Flood Bulb ⭐⭐, que tenemos en el huerto VENENO.
Desarrollo
El sol de la mañana filtraba sus primeros rayos a través de las ventanas de la cabaña, calentando suavemente la madera y el polvo que danzaba en el aire. Elaria estaba organizando sus notas cuando un golpe apurado resonó en la puerta. Al abrir, encontró a un aldeano con el rostro pálido y marcado por la angustia. Su cabello, antes oscuro, mostraba mechones ahora blancos como la nieve, y sus ojos reflejaban un miedo profundo.
—Por favor, señorita Elaria —jadeó con dificultad—, he visto cosas horribles… cosas que nadie debería ver. No puedo dormir, y mi garganta arde de tanto gritar.
Elaria lo invitó a entrar con calma, ofreciéndole un asiento junto al fuego. Mientras el aldeano comenzaba a relatar los detalles de su encuentro con lo desconocido, un cuervo negro descendió con gracia y dejó caer un pequeño cilindro de cuero en la mesa. Al abrirlo, Elaria leyó la carta que contenía una nueva solicitud urgente: varios aldeanos habían confiado en un comerciante que vendía una cura milagrosa, pero ahora estaban enfermos, con la piel verdosa y vómitos incontrolables. La enfermedad era peligrosa y mágica.
—Tenemos dos enfermedades muy diferentes entre sí, Susto Sustoso y Veneno Locuaz, pero he aprendido mucho desde que llegué aquí —murmuró, mirando a Thiriel, que la observaba con atención—. Curaremos a nuestros pacientes y luego, iremos al bosque. La historia de la anterior bruja, su sacrificio, el familiar atrapado… Todo me ha preparado para esto. El bosque está cambiando, y no podemos dejar que la oscuridad crezca más.
Thiriel soltó un suave bufido de aprobación, desplegando las alas como señal de apoyo.
Elaria se levantó, con la determinación brillando en sus ojos.
—Es hora de actuar.
Hacia El Lago del Deshielo
👣 Carta de expedición: 9 de tréboles 🧺 Nivel de Forrajeo: 0 ⌛ Tiempo límite: 4
Mientras Elaria avanzaba con cuidado por la orilla del Lago del Deshielo, evocó en su mente un recuerdo vívido: el canto cristalino y melodioso de la sirena que una vez había escuchado flotar sobre las aguas, una voz que parecía tejer magia y calma en el viento. Inspirada por aquella memoria, Elaria levantó su varita mágica y la dejó emitir un suave brillo azulado. Guiada por la sutil vibración que la varita transmitía, se acercó a un grupo de troncos sumergidos y entre ellos encontró los preciados Driftwood Memories: fragmentos de madera antiguos que aún guardaban ecos del pasado, cargados de energía para fortalecer el ánimo. Sin dificultad, y con la varita concentrando su poder, extrajo dos fragmentos relucientes que guardó cuidadosamente en su caja mágica.
Thiriel observó desde el aire y soltó un leve bufido satisfecho.
—Esto será fundamental para nuestra cura —murmuró Elaria, mientras comenzaba el camino hacia la siguiente localización.
Hacia la Caverna del Héroe
👣 Carta de expedición: As de tréboles 🧺 Nivel de Forrajeo: 0 ⌛ Tiempo límite: 3
Elaria avanzaba con cuidado por la húmeda y fría Cueva del Héroe, guiándose por el mapa antiguo y sus propias intuiciones. Había tomado todas las precauciones necesarias para evitar peligros, revisando cada rincón y moviéndose con sigilo. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de alcanzar un pequeño claro donde crecía el Skullcap, pisó sin querer una placa oculta bajo el polvo acumulado, activando un mecanismo antiguo con un clic seco, y una descarga de pinchos surgió de las paredes.
Por suerte, Elaria pudo reaccionar a tiempo, evitando un golpe fatal, pero sufrió una herida superficial en la pierna. Con paciencia y cuidado, se sentó para tratar la herida, limpiándola y vendándola con materiales de su zurrón. Tardó un buen rato en hacerse la cura, y ya estaba al borde de que uno de sus pacientes sufriera las consecuencias.
—Nada grave, pero no puedo permitirme descuidos —murmuró, levantándose con determinación.
Recogió finalmente el Skullcap, y lo guardó con delicadeza en su bolsa, lista para regresar a casa.
⌛ Tiempo límite – 2 : 1
La vuelta a casa y la preparación
⌛ Tiempo límite: 0
Con el Skullcap recogido y la herida vendada, Elaria emprendió el camino de regreso a su cabaña. Thiriel volaba a su lado, vigilante y silencioso.
El sol se filtraba entre las copas de los árboles y el aire estaba impregnado de aromas frescos de verano.
Preparación de la poción para el visitante local
Elaria preparó la mesa de trabajo, disponiendo los ingredientes que tenía: Driftwood Memories, Wigfish y Skullcap.
Con manos firmes, trituró el Skullcap cuidadosamente, mezclándolo con la esencia del Wigfish para calmar el cabello y aliviar el estrés. Luego, con la varita mágica, infundió la mezcla con la energía del Driftwood Memories para fortalecer el ánimo del paciente. La poción adquirió un tono azul verdoso, con un aroma fresco y calmante. Finalmente, la vertió en un frasco, sellándolo con cera y marcándolo con símbolos de protección y renovación.
Lamentablemente, el paciente remoto no recibiría cura esta semana.
La entrega
Elaria salió temprano aquella mañana con la poción cuidadosamente envuelta y un frasco pequeño para regalar. Caminó hacia la casa del aldeano, cuyo rostro mostraba la ansiedad y el agotamiento de quien ha vivido un miedo profundo.
—Aquí tienes —dijo Elaria con voz suave, ofreciéndole el frasco—. Esto aliviará tu sufrimiento y devolverá la calma a tu corazón.
El aldeano la miró con esperanza, tomó la poción y la bebió con cuidado. Poco a poco, sus ojos dejaron de mostrar terror y su respiración se volvió más tranquila. Una leve sonrisa apareció en sus labios.
Pero antes de salir, en la mesa de trabajo, Elaria escribió una nota dirigida a la persona afectada por el Veneno Locuaz. En ella expresaba su pesar por no poder atenderle debido a la falta de ingredientes, asegurándole que haría todo lo posible para ayudarle pronto. Selló la nota con cera, la colocó en un pequeño cilindro de cuero y se lo entregó a uno de sus cuervos mensajeros con la esperanza de que llegara rápido.
Thiriel observaba desde la ventana con un ojo entrecerrado, como si comprendiera la carga que llevaba su compañera.
—Lo importante es que el primero está a salvo —murmuró Elaria, mirando al cielo despejado.
💰 Pago: 30 monedas.
Pasaron unos días tras la entrega, y los rumores comenzaron a extenderse por High Rannoc como un viento helado. Los viajeros que cruzaban el pueblo traían noticias inquietantes sobre un grupo de personas que confiaron en un comerciante charlatán que vendía un falso elixir. Ahora su piel se había vuelto de un tono verdoso y translúcido, casi como si se hubieran convertido en figuras de cristal maleable. Más inquietante aún, sus sombras parecían distorsionarse y moverse con vida propia, siguiendo caminos erráticos y a veces manifestando sus propios deseos, ajenos a la voluntad de sus dueños.
Algunos habitantes contaban que durante la noche estas personas emitían luces pálidas y susurraban palabras incomprensibles, como si estuvieran conectados a un mundo espectral o atrapados entre realidades.
También corría el rumor de que la curandera no quiso ayudarles. El miedo se había instalado en la zona, y la confianza en Elaria se vio afectada, haciendo que su reputación disminuyese. Algunos incluso murmuraban que no era lo suficientemente sabia para impedir esta calamidad.
El diario
A pesar de lo que se avecinaba, Elaria no dejó pasar la buena costumbre de dejarlo todo recogido en su diario.
Utensilios: Caldero de cobre pequeño para mezclar, mortero para triturar, varita mágica, frasco de vidrio, cera para sello
Procedimiento:
Triturar el Skullcap hasta obtener una pasta fina y fragante.
Extraer esencia del Wigfish y mezclar con la pasta para aliviar el cabello y el estrés.
Usar la varita mágica para infundir la energía del Driftwood Memories, fortaleciendo el ánimo del paciente.
Remover con cuidado y observar cómo la mezcla adquiere un tono azul verdoso con aroma calmante.
Envasar la mezcla en un frasco de vidrio, sellar con cera y marcar con símbolos de protección y renovación.
Efectos: Restaura el equilibrio emocional y mental en pacientes afectados por traumas o visiones intensas, alivia el dolor interno asociado a tensión emocional extrema, repara daño superficial en cuerdas vocales y sistema nervioso periférico. Puede inducir sueño breve, recuperación de tono y silencio interior. El efecto es casi inmediato.
Nota personal: «Si algo te hace gritar hasta que se te destroza el karma, esta poción te devuelve el color y la calma.»
Esta semana, el descanso sería peligroso…
Poción Susto Sustoso (verano)
Poción ¡Tose Tú! (verano)
Poción Niebla de Plata
Descanso
⌛ Tiempo de descanso: 6
El tiempo de descanso que siguió a la agotadora semana parecía a primera vista un remanso de calma, pero para Elaria el verdadero desafío apenas comenzaba.
Desde hacía días, un susurro extraño corría por el bosque: un lamento apenas audible, un eco de dolor suspendido entre ramas y raíces, una sombra que alargaba su manto sobre la tierra vieja y viva.
Recordando las palabras de Maela y las pistas halladas en antiguos manuscritos, Elaria comprendió que debía enfrentar la oscuridad latente que la anterior bruja había sellado, y que ahora amenazaba con romper sus cadenas.
Armada con sus pociones, el medallón legado y la varita, Elaria se adentró en el bosque en un día de cielo plomizo, cuando la luz se filtraba en haces escasos y el aire olía a tierra mojada y hojas en descomposición. Thiriel, siempre fiel, la acompañaba, sus alas desplegadas en silencio, vigilando.
El sendero que seguían se volvió cada vez más áspero, las ramas se entrelazaban como manos en una prisión vegetal, y el suelo estaba cubierto de un musgo oscuro y frío que absorbía el calor y la energía. A lo lejos, una figura etérea se materializó entre la niebla: una criatura que parecía un dragón diminuto hecho de sombras y suspiros, con ojos que reflejaban la tristeza de mil inviernos.
Elaria extendió el medallón, y con una voz firme pero llena de compasión, comenzó a recitar las palabras del “Ritual del Vínculo Roto”, aprendidas de las páginas desvaídas que había encontrado. La varita brilló intensamente, lanzando haces de luz plateada que parecían cortar la niebla y sanar el aire mismo. La tierra tembló levemente, y raíces se alzaron, formando un círculo de protección alrededor de ellos. Poco a poco, la criatura se volvió más sólida, sus escamas recuperando brillo, su respiración volviendo a ser viva. Con un último suspiro, liberó un grito de júbilo que resonó como el canto de mil hojas al viento.
—Gracias, Elaria —susurró el lo que ahora quedaba claro que era dragón, con voz cristalina—. Por fin, la carga que me aprisionaba se desvanece.— Sus ojos se posaron en el medallón, luego en la joven bruja. —Mi amiga, la anterior bruja, aún vive. En tierras lejanas, oculta y protegida. He sentido su llamada, he sentido su esperanza. Debo partir a buscarla, para que juntas podáis cerrar lo que quedó abierto, y para que el bosque nunca más sufra. Gracias a tu medallón, ahora es posible.
Thiriel soltó un suave gruñido, y Elaria sintió el peso y la luz de ese momento.
—Ve con cuidado —respondió ella—. Que tu viaje sea seguro y tus pasos firmes.
El dragón alzó el vuelo, sus alas destellando con la luz de la mañana, y desapareció entre los árboles, dejando tras de sí una brisa fresca y un aroma a tierra renovada.
Elaria volvió al claro, el corazón ligero pero consciente de que su camino apenas empezaba. La magia antigua la había tocado, y con ella, una responsabilidad profunda.
Con el dragón liberado y el vínculo roto, la oscuridad que había amenazado al bosque quedó sellada temporalmente. Elaria, con el peso de la historia y el honor de la magia antigua sobre sus hombros, esperó pacientemente el retorno de la anterior bruja para cumplir la misión que la vida le había confiado. La cabaña, llena de luz y vida, parecía respirar al ritmo de su nuevo destino. La aldea la miraba con respeto, y el bosque le susurraba gracias en el murmullo del viento.
Al cerrar el diario por última vez, sonrió con serenidad.
—Mi destino está esperando —pensó—, y yo ya estoy totalmente preparada.
Y las eras pasaron…
Mucho, mucho tiempo después de aquellos días sombríos, cuando el bosque había vuelto a la calma y la magia antigua descansaba en sus raíces, la historia de la bruja anterior y la joven guardiana se convirtió en leyenda.
En las plazas de los pueblos y los salones de los nobles, juglares y bardos entonaban un cántico que viajaba de boca en boca, llevando el recuerdo de aquel valiente sacrificio y la promesa eterna de protección.
Así nació el Canto del Sello Eterno, una canción que, aún hoy, susurra el viento entre los árboles y enciende la esperanza en el corazón de quienes la escuchan.
En tiempos oscuros, cuando el bosque gemía bajo el peso de una antigua maldición, dos brujas surgieron con valor y sabiduría: una vieja guardiana de secretos, y una joven llena de fuego y esperanza. Cada una, acompañada por su dragón leal, custodió la magia que sostenía el equilibrio del mundo. Con hechizos profundos y fuerzas entrelazadas, tejieron un conjuro poderoso que encerró la sombra en el corazón mismo del bosque, en un árbol maldito. Allí quedó sellado el mal, oscuro y temible, guardián de un poder que destruye cuanto toca, y que aún susurra entre las hojas al viento.
Quien se acerque a ese lugar, sin respeto ni cuidado, siente cómo la vida se desvanece, consumida por la maldición que todo devora y olvida. Pero el canto de las brujas y sus dragones perdura, un eco entre ramas que invita a recordar el pacto sagrado, la luz que aún brilla al filo de la noche y el día.
Así, en la memoria del bosque y el alma del tiempo, vive el legado de dos almas unidas, la fuerza y la esperanza que mantienen la oscuridad a raya, y que llaman a los valientes a honrar su juramento.
Fin de la partida de Apothecaria. Ha sido algo épico. Lo de la bruja anterior me ha encantado. Pero se me ha quedado la historia con Nil ahí colgada sin avanzar… ¡En otra partida veremos qué pasa!
El sol comenzaba a calentar suavemente el aire al amanecer. Elaria revisaba sus notas y preparaba la mesa de trabajo cuando un golpe decidido sonó en la puerta. Al abrir, encontró a un aldeano de rostro cansado y voz ronca, que se quejaba de un molesto zumbido en los oídos y la sensación constante de mareo, como si estuviera a bordo de un galeón en medio de una tormenta.
Si estás leyendo esto, probablemente me haya perdido… o esté muerta. Esperemos que solo esté perdida.
Ojalá pudiera estar allí para explicarte todo esto en persona, pero la vida toma caminos inesperados. Esperemos que este diario sea suficiente para guiarte.